Washington, Estados Unidos, a 20 de septiembre de 2025.- Durante la campaña presidencial de 2024, Donald Trump, prometió a la población afroestadunidense que mejoraría su situación económica y protegería sus empleos. Sin embargo, a casi un año de su regreso a la Casa Blanca, los indicadores muestran un deterioro financiero para este sector, con un aumento en el desempleo y una caída en los ingresos y la propiedad de vivienda.
De acuerdo con la Oficina del Censo, el ingreso promedio de los hogares negros cayó 3.3 por ciento en 2024, situándose en 56 mil dólares, muy por debajo del promedio de hogares blancos. El desempleo en este grupo subió de 6.2 a 7.5 por ciento en 2025. Mientras que la tasa de propiedad de vivienda descendió a mínimos de los últimos cuatro años. Analistas advierten que estas tendencias pueden anticipar un deterioro económico más amplio.
La Casa Blanca atribuye parte de la crisis a políticas heredadas de la administración de Joe Biden, aunque defensores comunitarios sostienen que las medidas actuales (como despidos en el sector federal, aranceles y recortes) afectan de forma desproporcionada a los afroestadunidenses, quienes representan un porcentaje importante de la fuerza laboral gubernamental. Al mismo tiempo, Trump ha propuesto desplegar la Guardia Nacional en ciudades con alcaldes negros, lo que ha generado críticas de líderes locales.
En el terreno político, Trump duplicó su respaldo entre votantes negros en 2024, alcanzando el 16 por cuento de ese electorado. Sin embargo, el creciente descontento económico amenaza con minar ese apoyo de cara a las alecciones legislativas del próximo año. Organizaciones como The Black Futures Lab advierten que, en lugar de atender el costo de vida, la administración se ha enfocado en redadas migratorias y control político, generando frustración en comunidades que buscan un alivio económico.