Chihuahua, 09 de junio de 2024.- Durante el sábado, activistas en el norte de México criticaron la colocación de un centro de detención para migrantes construido por el Instituto Nacional de Migración (INM) en el kilómetro 72 de la carretera federal 45, en medio del desierto de Chihuahua, en donde las temperaturas superan los 40 grados.
Los activistas señalaron que tras no tener las condiciones adecuadas y al encontrarse alejado de la ciudad, el INM se arriesga a provocar una nueva tragedia como la ocurrida Ciudad Juárez en donde murieron 40 migrantes a causa de un incendio del que no pudieron escapar por estar encerrados.
El albergue que actualmente construyen las autoridades migratorias está a 72 kilómetros de Ciudad Juárez, y costra de una carpa gigantesca y baños de plástico en unas instalaciones que fueron usadas como aduana antes, pero que desde hace 10 años se encuentran abandonadas.
Al respecto, Ernesto Alexander Vasconcelos, abogado especializado de migración, dijo que el INM “juega con fuego” al poner dicha instalación en medio del desierto de Chihuahua.
“Creo que el INM se vuelve a equivocar e improvisar sobre unas instalaciones en ruinas que no fueron hechas para esta intención y que en esta improvisación existe el riesgo muy grande de que vuelva a ocurrir un desastre humano”, explicó.
Y agregó que es sospechoso que traten de hacer el retén migratorio de manera clandestina, sin comunicación alguna ni estudio previo, y señaló que no se le debe de dar el nombre de estación ni albergue, sino cárcel migratoria porque ahí tienen personas detenidas.
Además, dijo que los migrantes que estén en este punto de revisión estarán vulnerables al clima extremo, a la delincuencia, a la corrupción, a los cárteles y a que no se les pueda apoyar en caso de una emergencia.